jueves, 3 de diciembre de 2015

Being sad is an artist's life.

Noches en vela, ojos debilitados, cuerpo cansado pero mente despierta.
¿Cómo es que la inspiración llega justo cuando intento dormir donde mi cuerpo exige descanso pero mis pensamientos demandan atención? O bueno, no le llamaría inspiración sino más bien, motivación.

Me aferro a la oscuridad como medio de expresión donde la comodidad y confianza que esta transmite me amarra para dejar salir todo lo que siento y es agradable, la noche se vuelve mágica y le encuentro colores resplandecientes que vuelven todo especial, único, un mundo donde quiero pertenecer.

La música sabe mejor a esta hora, la tranquilidad del lugar te transporta a esa historia que las canciones cuentan y que sientes como parte de ti adornando el lugar de compases y tonos que nunca antes había escuchado con claridad y que es como si te estuviera llamando a sumergirte en ese universo creado por ti y para ti; es tuyo, entra, no te alejes jamás.
Y es en esos momentos donde descubres realmente quién eres, qué quieres, a qué aspiras o de qué te arrepientes. Así es, estas horas son decisivas para encontrarte y, te hundes en la tristeza y el dolor que comienzas a sentir como nunca antes, o flotas en esos sueños felices que ves pasar por el aire alejándose de todo el mal que tanto le persigue, puta envidiosa es el mal como si necesitara de una atención desbordante para vivir. Pero ojo, que si te encuentras en el medio de ambos extremos como lo estoy yo, te vas a encontrar perdido, como si estuvieras drogado aunque realmente lo estás pues los sentimientos te drogan, te consumen y te acaban, rápido, ¡decide que lado quieres! Yo no lo sé, los extremos me aterran pero la confusión constante me vuelve loca.

La luna me observa, ella siente mi desesperación y tan solo sigue brillando para que no pierda la esperanza, las estrellas la siguen y el viento me susurra "huye", "vete de aquí", pero yo me quedo, después de todo me acostumbré a vivir en estos estados donde la respuesta se hace inalcanzable, esa también es otra envidiosa que juega a las escondidas conmigo creyéndose la mejor.

El piano suena solo, me avisa que me calme y que todo estará bien pero de repente y de un solo golpe, el ritmo cambia, ya no hay piano, solo hay gritos que me piden ayuda para salir de aquí y salvarlos, ¿podré hacerlo? pero no los veo, ¡no griten tan fuerte que no me dejan pensar! Es un vaivén constante del que no puedo salir, yo soy la que necesito ayuda pero ustedes no escuchan mis gritos y alaridos de desesperación.

Corre, ya es hora, no escuches a nadie, ignora a todos y cierra los ojos mientras sigues corriendo y así encontrarás el camino correcto pues no necesitas ver, tan solo sigue tu instinto pero corre, nunca detengas ni aunque estés agotado y sediento.



jueves, 19 de noviembre de 2015

Un nuevo destino


Recuerdo que de pequeña me pasaba soñando lo que quería llegar a ser cuando fuese grande. Para ese momento contaba con esas ganas de convertirme en una persona mayor que cada vez iban creciendo más en mi interior, como si se tratara de un deseo implementado donde creía que todo iba a ser mejor. Ah, qué locura pensar desde tan corta edad que mi vida sería mejor al ser grande, sin darme cuenta en aquel entonces de lo hermoso que era la infancia donde vivía sin preocupaciones. Y sé que todavía sigo siendo joven, pero ahora ya no deseo con vehemencia el convertirme en alguien mayor donde la mayoría de los casos, es en esa etapa en la cual a muchos se les olvida el verdadero objetivo de la vida: vivir. Así, como escribió Caicedo: “Nunca permitas que te vuelvan persona mayor, hombre respetable. Nunca dejes de ser niño, aunque tengas los ojos en la nuca y se te empiecen a caer los dientes.”

Fue entonces, cuando me vi experimentando ese cambio de estudiante de colegio a universitaria, que me di cuenta de lo verdaderamente importante de la vida y de las incontrolables ganas de volver a ser una niña pequeña, donde lo único que me importaba era quién hacía un castillo de arena más grande o quién lograba esconderse mejor.

No diré que siempre soñé con estudiar medicina y que desde pequeña mis papás me disfrazaban de doctora porque no fue así, y a decir verdad, yo poco hablaba sobre mis aspiraciones del futuro y me enfocaba más en el presente. Me pintaba a mí misma como una persona artística y aseguraba que cuando grande estaría en ese medio, pero después de tantas vueltas que me dio la vida, terminé estudiando algo que abarcaba todo lo que me gustaba: el maravilloso arte de la medicina.

Recuerdo cuando inicié el último año escolar, pues fue ahí donde realmente me di cuenta de que ese era el momento para decidir sobre mi futuro y las metas que quería alcanzar. Así que, sentí un miedo con tal magnitud que nunca antes había experimentado, ya que finalmente tenía los pies en la tierra, y había llegado el momento de tomar una de las decisiones más importantes de mi vida donde lo menos que quería era errar, pero sobre todo, quería encontrar ese espacio donde pudiera encajar en un grupo de personas con mis mismos intereses. Por lo tanto, una vez decidí la profesión a la que quería aspirar, estaba la cuestión de que pudiera ser aceptada en la Universidad de mi elección, junto con esa inseguridad con la que contaba en mis adentros que me hacía dudar si realmente podría lograr mi propósito. Debo reconocer, que en ese tiempo me vi a mí misma en un mar de sentimientos que nunca antes había sentido con tal profundidad, y que se iban apoderando poco a poco de mí ser, sin embargo aprendí a manejar tal situación hasta el punto en que pude lograr más confianza en mí misma que antes no tenía.

Si bien logré exactamente lo que quería en cuanto a mi estudio, los nervios y el miedo de una nueva experiencia se hacían notorios, pero sabía que era normal sentirme de ese modo por lo que no fue un impedimento para opacar las fervientes ganas de sumergirme en ese cambio. Y no me arrepiento, pues he podido cambiar la perspectiva de muchas cosas que antes no veía con claridad en cuanto a mi forma de pensar y en mi manera de actuar.

Gracias a esos cambios que fui adquiriendo, me di cuenta de que las circunstancias y las nuevas etapas de la vida han sido las que más me han hecho madurar y crecer como persona.  Este inicio de la universidad se ha vuelto un viaje importante y especial que he emprendido, y del cual pretendo aprender de ello porque lo importante, más que el destino, es el recorrido.

Admito que al principio se me hacía difícil el estar rodeada de nuevas caras, además de la alta exigencia académica de la que venía acostumbrada y era para esperar tal cambio, sin embargo, una vez que lo estaba  viviendo se volvía en algo extraño y abrumador.

Es cierto que no fue nada fácil para mí adaptarme a tal cambio, sentí durante mucho tiempo esa inconformidad con mis compañeros y, a decir verdad, muchas veces sentía que no encajaba o que no formaba parte del estilo de vida de ellos, puesto que me sentía demasiado diferente. Por otro lado, ya no veía a mis amigos del colegio con frecuencia, sin contar que muchos de ellos se fueron a diferentes ciudades o países a realizar sus estudios, así que era inevitable no sentir por momentos esa soledad.

Sin embargo, con el paso del tiempo pude conocer más a fondo a mis compañeros y finalmente, he podido encontrar unas cuantas personas con las que he sentido una verdadera conexión y con las que me siento cómoda, por esto agradezco que se hayan cruzado en mi camino porque me han enseñado a sentirme bien siendo yo misma sin dejar que las diferencias formen una barrera. También, he aprendido que se debe luchar y hacer sacrificios para lograr lo que quiero pues nunca debo rendirme, siempre es mejor seguir adelante. Además, he podido conocer el verdadero significado de la responsabilidad y tomar las riendas de mi vida porque de mí depende lo que quiero llegar a alcanzar.



En conclusión, es conveniente decir que a pesar de que al principio pudo ser difícil y aterrador, los cambios vienen bien y estas nuevas experiencias son las que me han ayudado a encontrarme como una persona con metas y con sueños que nunca debo dejar atrás. 


domingo, 25 de octubre de 2015

Going backwards.

Sencillamente tengo miedo, ya no sé quién soy, no me reconozco para nada. Y me aterra el hecho de encontrarme en tal estado donde las lágrimas se han vuelto las fiel compañeras de mis ojos y la opresión que siento en mi pecho cada vez se vuelve más grande intentando apoderarse de todo mi ser, sin dejar rastro de tal felicidad con la que abundaba mi alma.

Me doy cuenta que yo quería con muchas ganas esto pero desde que entré, no he sido yo misma, me he perdido en un sin fin de laberintos que han sacado mi verdadero ser, ya no me río cada cinco segundos como lo hacía anteriormente y es más, pocas veces he vuelto a reír verdaderamente; no he podido ser esa niña graciosa con la sonrisa que todos admiraban. Ahora simplemente soy una versión seria y poco entusiasta de mí que nunca esperé llegar a convertirme.

Cada día siento que me hundo más y más en esa marea de falsedad que ha creado un pozo para que cayera ahí trágica y dolorosamente. No soy feliz, realmente no lo soy y estoy jodidamente perdida.

Encontré finalmente un espacio donde siento que pertenezco y en donde la comodidad finalmente hace aviso en mi ser, pero no hay tiempo para hallarme ahí. Y lo peor, no hay nadie quien me pueda ayudar, yo siempre estoy para los demás pero ¿y para mí quién está? todos sacan excusas y argumentos poco convincentes donde no les da la cara para decir que no les interesa en absoluto lo que me pase.

Debo admitir que por momentos me siento bien estando ahí y al menos he encontrado una persona que me ha podido comprender a la perfección, pero la mayoría del tiempo me siento confundida, abatida, destrozada  y con pocas ganas de continuar. ¿Qué hacer al respecto? Ni yo misma sé, si tan solo pudiera escapar de tales muros que me están limitando para encontrarme, ah, lo haría sin pensarlo.

Going nowhere.


lunes, 19 de octubre de 2015

Cry me a fucking river.

Cuando tu vida está a punto de cambiar y entras en una nueva etapa, esperas que ese giro de 180° sea finalmente una forma de empezar de nuevo y escribir tu historia esta vez sin que nadie te reconozca y puedas ser quien siempre quisiste ser. Esperas y te llenas con las más altas expectativas de que ese cambio sea lo mejor que te vaya a pasar. Sin embargo, con el tiempo te das cuenta de que por más que trates de hacer todo en una hoja blanca, las huellas de lápiz te recuerdan que tu letra no ha cambiado y que no puedes huir de ti mismo ni mucho menos, empezar de nuevo. Los principios no se vuelven a hacer a menos que lleves consigo mismo tu huella que has dejado en el camino. Sencillamente no puedes escapar del pasado, de ti, ni de nadie.
Te das cuenta que lo que te llevó a ese momento de cambio en tu vida, con tropiezos y todo, fue lo mejor que te pudo haber pasado y que volverías a ese instante porque realmente eras feliz. Pues heme aquí, tratando de encajar en un grupo de personas superficiales y poco amables, donde te muestran una sonrisa mientras te apuñalan a escondidas.
Ves que todos a tu alrededor ya han encajado y que felices son con sus iguales pero luego te ves a ti, solo, quizá con uno o dos amigos que realmente aprecias pero que sabes que por más que intentes no encajas y sencillamente ellos te mantienen en un constante recordatorio de eso empujándote a la orilla para despejar el camino.
Son sensaciones nuevas y pensamientos diferentes a los acostumbrados los cuales se apoderan de tu mente y te llevan a un sinfín de malestares donde pasas de ser la persona más sonriente y alegre que alguien ha conocido, a la persona más cerrada y seria. Te cambian, te desmejoran, te desaniman pero toca seguir adelante, sea con una sonrisa o con una lágrima.



La siente, la escucha, la espera, y sueña.

Se había demorado en captar que finalmente el 13 de otro mes hacía aparición, pues su trabajo lo tenía ocupado tanto mental como físicamente. Pensaba no darle importancia y continuar con su rutina como un día normal, pero definitivamente, no era un día cualquiera y no podía hacer caso omiso a ese hecho, después de todo, tenía que aprender a vivir con ello.

El recuerdo de ella le consumía su pecho poco a poco, hasta el punto de asfixiarlo y sofocarlo cargando con el peso de su ausencia. Se volvía loco de tener su imagen en su mente y de sentirla en su interior destrozándole el alma. Controlar el dolor que sentía con cada latido frenético y desgarrador se volvía cada vez más imposible, como un deseo lejano que no podía cumplir. ¿Por qué esta vez le había dado tan duro su recuerdo? Pensaba que la estaba superando pero episodios como estos le recordaban que eso jamás sucedería o al menos, no por el momento.

Su cuerpo temblaba y las lágrimas brotaban como una cascada incontrolable llena de dolor, rabia y debilidad. No sabía cómo más intentar superarla si cada que sentía que lo estaba logrando, los celos de ella crecían en su interior esperando nunca traicionarla. Así es, sería una larga y peleada lucha conseguir su objetivo pero no podía seguir viviendo de ese modo, ya no se había vuelto sano el intentar conservarla.

Por lo tanto, la ocasión ameritaba tomarse un día de descanso, libre de toda preocupación exterior así como un tiempo de reflexión para sí mismo. Decidido, se dirigió a pisar las calles con olor a madrugada y tranquilidad, donde la música reinaría su paso adornando los matices del camino. También, aprovechaba para desahogar tanto que había contenido para sus adentros mientras intentaba acomodar sus pensamientos.

Quizá en un pasado habría mantenido así hasta calmarse pero esta vez, sentía la necesidad de tener a alguien a su lado y de expresar todo lo que quería gritar, solamente eso, quería que alguien lo escuchara en momentos como estos donde la vulnerabilidad era su fiel compañera, a pesar de detestar que lo vieran en ese estado.

Sin embargo, sabía que no contaba con la ayuda de sus amigos más cercanos para atravesar aquella crisis debido a lo ocupados que se encontraban en el momento, pero solo bastaba con observar a su alrededor para darse cuenta que todo el tiempo había estado teniendo apoyo de sus compañeros. Si bien, a pesar de haber pasado muchos momentos juntos,él no les tenía la confianza suficiente todavía, o al menos, eso era lo que pensaba, hasta que se dio cuenta que ellos eran los únicos que le estaban brindando su mano para sacarlo del abismo en el que se encontraba. Era extraño, pero la idea de contar con un apoyo de parte de ellos le habían salvado su día.

No supo exactamente en qué momento sucedió, pero sin esperarlo, todas las sombras que antes lo estaban atacando habían desaparecido y se encontraba riendo rodeado de paz y alegría que le calmaban de a poco hasta el punto de anestesiarlo totalmente. Era gratificante el saber que de los escombros, se estaba levantando siguiendo su paso con fuerza siempre para adelante.




sábado, 26 de septiembre de 2015

Cualquier estación para mí es primavera con vos.

Sé que yo fui el que abandonó todo, el que abrumado por tantos sentimientos se fue acercando al abismo de confusión en donde la caída se hacía larga y para nada placentera, pero fui yo quien se abalanzó a esta tortura de soledad y perdición a la que me vi aprisionado. Es verdad, me hacía el fuerte actuando como si no importara nada o mejor dicho, esa nada que se resumía en vos, sí, no quería saber nada de vos ni de el hombre que tenías a tu lado pretendiendo ser tu amor.

No quería ser tu amigo ni mucho menos tu mejor amigo, pero las circunstancias así lo habían planteado poniendo en segundo plano el amor intangible y amarrado a nuestro ser que sentíamos el uno por otro, y es que por más que nos amáramos no supimos controlar aquellas revoltosas emociones que desde adolescentes habíamos dejado de sentir, esperando y deseando que fuera solo un capricho de esos amores pasajeros que por más intensos que al principio son, se consume con tal rapidez quitando del camino cualquier pasión sentida alguna vez; aceptémoslo, rogábamos con que todo desapareciera para poder ser amigos, porque vos y yo sabemos lo buenos amigos que éramos. 


Los meses, años, el tiempo pasaba y cada vez crecía más nuestra atracción, ¿por qué nos volvimos tan imbéciles? Yo tenía mi novia, vos tu novio, pero el verdadero amor lo teníamos nosotros y sin embargo, optamos por no abrir los ojos permitiendo que nos consumiera el alma llevándonos al dolor y al sufrimiento.

Me alejé de vos no porque no tuviera el tiempo preciso para poder verte o cualquiera de esas excusas que te mencioné en mi partida, me alejé de vos porque el infierno de no tenerte a mi lado se apoderó de mi ser y desde entonces sigo cayendo en ese profundo abismo rodeado de ánimas que tratan de llevarse mi alma y si de mí dependiera, dejaría que se llevaran cualquier sentimiento hacia vos atesorado pero de ser así, el infierno no tendría sentido pues finalmente estaría en el cielo sin tu recuerdo. Ah, cuán doloroso se vuelve la vida condenada a tu sombra que me sigue fielmente intentando algún día cubrirme de cualquier rayo de luz ansioso de atravesar.


No sé si pensás en mí como lo hago con vos, o quizá sí sé pero quiero creer que en el fondo algo mío se habrá quedado en tu ser. Sabía exactamente lo mal que la pasaste tantas veces que me fui de tu lado después de haberte prometido mantenerme a tu lado, y lo sé muy bien porque vos sos como yo y sentís las cosas como yo las siento. Mas en este caso, tu sombra me dice que ya hiciste caso omiso a cualquier sentimiento que alguna vez sentiste por mí. Perdí, perdimos, y ahora, estoy perdido.




sábado, 22 de agosto de 2015

So pathetic.

Lo más triste y decepcionante no es que no puedas acertar en tus metas, es que aunque aciertes no sientas ni la más mínima emoción y orgullo por tus logros. He salido adelante y he logrado metas que deseaba con ansias alcanzar, pero aún así siento que no pertenezco a este lugar, pues nunca he podido encajar en ningún lado. No he podido ser yo misma desde hace años, ya no me pertenezco ni a mí ni a nadie, ¿qué caso tiene seguir si no eres tú ni te sientes cómoda en tu alrededor?  Nada, no tengo absolutamente nada en común con la gente que me rodea y por más que intente encajar simplemente no puedo. Es decepcionante tener un hogar pero sentir que no perteneces a este.

Y podré continuar, seguir luchando por mis logros pero nunca sentiré la satisfacción de habérmelo ganado puesto que no seré yo misma debido a que una parte de mí  la tendré que ocultar para poder sentir que "encajo" en este lugar.


lunes, 29 de junio de 2015

Life is unfair.



No ha sido un buen día o un buen año. He trabajado duro constantemente y me he esforzado de una manera excepcional. Pensé que eso sería suficiente para mí pero no, al final nada dio sus frutos y lo más triste es que nunca quise algo con tantas ganas como lo era el poder lograr con éxito aquella meta. Todo ha salido mal y peor de lo que me esperaba, había puesto mis sueños y mis deseos por sobre todo pero no conseguí nada, absolutamente nada, y ahora me encuentro en un vacío mayor en el que estaba. Perdido, sí, también lo estoy pues suele pasar que cuando nada resulta como has querido, tus motivos y objetivos se van perdiendo dejándote confundido nuevamente.


Thinking about you.


No sé si llegue a superar su partida algún día pero la extraño tanto. Ya son dos meses desde que dejé de escuchar tu voz, dejé de ver tus ojos y dejé de sentir tu calidez. Lo más doloroso es que he olvidado poco a poco tu figura, tu rostro, tu sonrisa y el dulce tono con el que me hablabas. ¿Por qué te fuiste tan rápido? Pensé que nos iriamos juntos, se supone que eramos el uno para el otro; sin embargo, al fin estás en paz, el caos que tenías en tu vida ya no te atormentará más, querías estar libre de problemas y lo lograste. Te admiro porque alcanzaste a cumplir tus sueños y moriste siendo una vencedora, eso me da fuerza a seguir con los míos y a no darme por vencido por más que me desvíe del camino.

Te pienso cada segundo e intento recordar lo mucho que solíamos divertirnos y extraño las escapadas que hacíamos dejando a un lado todo lo demás porque me decías que querías aprovechar de esos momentos sencillos pero que sin duda eran los más felices para ti, ¡vaya que lo eran!

Prometo seguir adelante, disfrutando cada pequeña cosa que me haga feliz pero para continuar, necesito dejarte como tú lo hiciste conmigo.


Perhaps in a parallel universe, I am still holding your hand.

Los minutos pasaban y sentía transcurrir cada segundo lentamente como si se tratara de una carrera a contra reloj; quizá lo era, porque después de todo, el tiempo avanza y no hay vuelta atrás. Sabía que cuando esa sensación se apoderaba de su interior era por los recuerdos que en su mente comenzaban a abundar puesto que siempre aparecían las mismas imágenes que día a día se tornaban cada vez más borrosas y ese era el temor con el que cada minuto cargaba, no quería que lo poco que le quedaba de esos hermosos recuerdos desaparecieran.

Cada que episodios como estos le ocurrían, optaba por quedarse en su cama escuchando a todo volumen un poco de rap o rock, siempre le calmaban aquellos géneros musicales de algún modo; pero, no era suficiente con sólo esto sino que también necesitaba encender un cigarrillo pues se había acostumbrado a tomar bocanadas de humo moviendo sus dedos índice y anular repetidas veces, dejando en su interior sentir los calmantes que la nicotina producía y que se sentía tan bien. Esto se había vuelto un rito para él y lo pensaba cumplir hasta que encontrara algo mejor para relajarse, lo cual dudaba mucho puesto que desde hace tiempos había decidido depender de ello que hacerlo con alguna persona.

La soledad con la que contaba era el menor de sus problemas, tenía sus amigos y los veía todo el tiempo al igual que todos los días llamaba a sus padres para no perder el contacto con ellos en ningún momento, sin embargo cuando llegaba a su casa todo era solitario y le gustaba así, se había acostumbrado pues sentía un aire fresco cada que no tenía a nadie a su alrededor; por supuesto, tenía sus momentos en donde le costaba despertarse y ver que no tenía a nadie a su lado pero tenía que seguir adelante aunque el perfume de ella que todavía sentía en las sábanas lo embriagara en las noches y lo persiguiera en sus sueños. La sombra de su esbelta silueta lo perseguía a él a cada paso que realizara en su hogar y tal vez por esto le gustaba quedarse ahí puesto que se sentía acompañado en su soledad.

— “La joven había penetrado e impregnado todo su ser, de suerte que el recuerdo de ella permanecería siempre vivo en su memoria, eternamente fresco. Ella lo había sido todo para él, porque lo había transformado en poeta. Pero con esto la joven había firmado también la sentencia de la pena de muerte para el pobre muchacho.”— leía y releía ese fragmento de un libro que había comprado hace mucho tiempo cuando se había dedicado a la filosofía y a ese existencialismo que lo habían llevado al borde de la desesperación y la angustia en sus tiempos de estudiante cuando se cuestionaba la condición de la existencia humana, una de sus tantas aficiones en los que se refugiaba cuando apenas estaba encontrando su identidad. De algún modo, ese fragmento retumbaba siempre en su cabeza como si sintiera cada palabra escrita en el papel, como si él lo hubiera escrito y ahora formaba parte de él.

No quería pensar más, quería dejar fluir todo hundiéndose en la música y en el aire contaminado por su cigarrillo que le gustaba aspirar. Cerró sus ojos para dejarse caer en ese abismo de oscuridad que lo conducía a una muerte momentánea para más tarde poder revivir o quizá seguir muerto, quién sabe, todo dependía de si ella volvería.



domingo, 7 de junio de 2015

...

Anyways, ya me había acostumbrado a no alcanzar lo que quiero. Sin embargo, hay peores cosas de las que preocuparse.

miércoles, 3 de junio de 2015

Mi último refugio.

Una vez más vuelvo a escribir sobre ti, no porque te hubiera olvidado sino porque pasa el tiempo o bueno, los recuerdos van pasando lentamente y curiosamente cuando más dolor siento en mi interior es cuando te recuerdo. El sonido de tu voz se ha difuminado y lentamente ha dejado de formar parte de mi pentagrama, los hábitos tuyos que tanto me gustaban y que también detestaba se fueron desvaneciendo de mi memoria y ya tu imagen no está tan viva, tan clara ni tan perfecta, sin embargo mi universo sigues desordenándolo tú.

Cosas del destino es que justamente cuando comienzo a guardar de nuevo tu recuerdo, las canciones que tanto amabas y que solíamos escuchar porque tanto a ti como a mí nos parecían hermosas se escuchan en toda parte y no solamente en mi cabeza.

Quería lograr tantas cosas en mi vida, me había esforzado tanto por poder conseguir finalmente todo lo que deseaba pero no pude. Nada, absolutamente nada. Y ese sentimiento de decepción y de vacío que se apodera de mi ser me consume lentamente; finalmente volví a estar perdida y tú ya no estás a mi lado. Te necesito, no sabes cuánto.

sábado, 30 de mayo de 2015

F*ck Society.

Toda tu vida te esfuerzas, te pasas estudiando lo más que puedes para tener calificaciones excelentes y así ir asegurando un buen futuro para ti. A veces te pierdes hasta de momentos que pudieron ser inolvidables por estar pegada a un libro o a un cuaderno y esperas que todos esos sacrificios te lleven a un buen resultado para que todo lo que te esforzaste valga la pena.

Y haces todas aquellas cosas porque tus padres y los adultos te presionan hasta llenarte la cabeza de que necesitas ser alguien exitoso en la vida puesto que quieren -según dicen ellos- dizque lo mejor para uno. Ese tradicionalismo al que nos atamos porque el mundo cada vez se pone más competitivo y no puedes ser alguien inferior.

Así que, justo cuando llega ese último año del colegio en donde vas a experimentar un gran cambio, el más decisivo de tu vida puesto que tu futuro se jugará en esa etapa. Tal vez nunca pensaste en qué quieres ser al salir del colegio, dejar tus amigos de siempre y sin embargo ya te toca decidir lo que quieres, aunque ni siquiera es decidir la palabra correcta ya que si quieres estudiar música, arte, literatura o una de esas carreras que los padres se oponen rotundamente porque a lo último se sabrá que no terminarán siendo exitosos; entonces, te toca escoger bien algo que medio te guste y que puedas conseguir lo necesario para vivir de eso. Y sí, esa etapa es de las más estresantes que hay y abruma el pensar que siempre quisiste ser mayor pero cuando llega ese momento deseas que no hubiera llegado tan temprano.

Cuando al final te decides, sólo toca esperar por poder lograr ingresar a la universidad y estudiar aquello, y es ahí cuando esperas que todo tu estudio haya dado frutos. Sin embargo, piensas que lo vas a lograr, que todo va a salir bien pero a veces no es así y no puedes, simplemente todo tu trabajo duro se va a la mierda porque no has sido suficiente para poder ingresar a estudiar la carrera que quieres. Toda tu vida se ve desperdiciada y quedas perdido, más de lo que estabas; ya no sabes qué pasará contigo. No pudiste lograrlo, no pudiste alcanzar tus sueños y ahora estás a la deriva esperando, como siempre, esperando a que tu vida tenga un poco de orden a como era antes.

Y es de esas cosas que cuando finalmente tienes algo por qué luchar verdaderamente porque piensas haber encontrado lo que quieres hacer de tu vida, y has dado todo de ti, es tan decepcionante no solamente el hecho de que te hayas defraudado sino también a tus padres que habían confiado en ti todo el tiempo. 

No sé por qué la carga de ser alguien en tu vida es tan abrumadora para uno, digo, la vida no se resume en matarte estudiando. Hay muchas otras cosas que valen la pena pero que no se toman en cuenta, la vida es mucho más simple y de esas simplicidades son las que hay que aprovecharlas. Si quiero viajar, tocar música en el recorrido, y realizar aquellas cosas que me hacen feliz debería hacerlo sin la preocupación de no poder ser alguien en la vida. 


jueves, 23 de abril de 2015

Gracias.

Quería dejar esta carta que dejé en mi anuario del colegio, pues fue de las etapas más hermosas de mi vida.

"El cambio siempre es difícil y más cuando llega la hora de finalizar con una de las etapas más especiales y quizá la más importante en nuestra vida, pues ha sido aquí donde hemos podido formarnos como personas íntegras con los conocimientos y las bases necesarias para  finalmente poder emprender nuestro propio camino. Despedirse nunca es fácil, pero estoy segura que esto no será un ‘adiós’ sino un ‘hasta luego’ pues las personas que me han acompañado durante todo este tiempo son quizá las más increíbles y, estoy segura de que nos volveremos a ver en el recorrido que a partir de ahora trazaremos juntos.

Sin más rodeos, quiero agradecer en primera instancia a Dios por bendecirme con la excelente educación que he podido recibir y por rodearme de tan maravillosas personas que lograron convertirme en lo que ahora soy. También, agradezco a mi familia por siempre apoyarme, ayudarme, darme todo el amor que me ha acompañado todo el tiempo, ser mi modelo a seguir, pues lo que soy, lo que he logrado y lo que estaré por lograr ha sido todo gracias a ustedes; agradezco a mis profesores por inculcarme de los conocimientos integrales e intelectuales, por su dedicación, por regañarme cuando estaba cometiendo un error, por motivarme y hacerme entender que el estudio es privilegios de pocos y alegría de muchos. Finalmente, quiero agradecer a mis compañeros, a mis amigos que han estado conmigo desde que apenas entraba a esta etapa escolar y los nervios invadían mi cuerpo, a los que conocí durante todo este transcurso y a los que se fueron pero que siguen siendo especiales para mí, les quiero agradecer todo pues fue por ustedes que aunque sufría con las matemáticas o con los ejercicios de física me ayudaban e inspiraban para superar cada obstáculo en mi camino, solo ustedes me hacían reír en todo momento y me motivaban a querer quedarme hasta el final, porque supieron conocerme y aceptarme tal cual soy, es por eso que les doy mis más sinceros agradecimientos pues son lo mejor. Todos ustedes formaron este maravilloso colegio al cual agradezco por brindarme la oportunidad de tener mis más hermosos momentos.


Nos volveremos a ver y sé que grandes cosas vendrán para todos, pues sabemos luchar por nuestros sueños como lo hemos hecho todo este tiempo y alcanzaremos la meta que todos nos hemos propuesto. Los quiero y nunca los olvidaré."


jueves, 16 de abril de 2015

Tataralí, tataralá.

Y sé que ustedes (con 'ustedes' me refiero a tres personas en específico con nombre propio) verán esto pronto, pues he dejado varias pistas en nuestras  conversaciones cotidianas en diversas ocasiones y, conociéndolos de toda la vida he de saber la capacidad que tienen para inferir con aquella rapidez con la que suele pronunciarse cuando me reprochan cada cosa, pero si ustedes, no pudieron descubrir esto les quiero decir que me han decepcionado profundamente. Ah, no sigamos con estas mentiras, el hecho de que hayan estado junto a mí cada día de mi vida no significa que me conozca y -siendo sinceros- estoy segura que después del evento que ocurrirá eventualmente podrán finalmente caer en cuenta que nunca me conocieron ni intentaron hacerlo, así que, quizá se tarden más tiempo de lo esperado en descubrir dónde he estado todo este tiempo.

Verán, simplemente he querido expresar lo que de verdad soy para conseguir aquella libertad que todo ser humano necesita sentir y a quien se les ha negado por estereotipos impuestos por la 'cultura' a la que hemos quedado atrapados, llegando al punto del asfixio y eso, yo no lo puedo resistir. Quizá y solo sea un capricho mío, una etapa por la que estoy pasando o un paso para conocerme y tal vez esa sea la razón por la que no me conocen realmente, porque ni yo sé quién soy. En otras palabras, es una necesidad la que tengo de emprender aquel viaje tan esperado y poco planeado con el cual no pude contar con su apoyo (pocas veces cuento con ello) de por fin trazar mi propio camino, y hago énfasis en 'trazar' porque desde que nací no he podido dar mis propios pasos a pesar de que aprendí a caminar, no he podido dejar de ser una niña a pesar de que ya pasé esa etapa, así que ya es tiempo de emprender mi viaje, cometer mis propios errores, sobrepasar los obstáculos, de por fin ser una joven con autonomía e independencia y sé muy bien que no será fácil, pero ya muy fácil ha sido todo dependiendo de los demás.

Prometo contarles sobre mi viaje, tomar fotos del camino que voy a crear y a recorrer, además no será por mucho tiempo pues también he creado una vida bajo aquella sociedad elitista y sofocante en donde hay que fingir la felicidad para convencerse de que eso es lo normal y lo indicado, mientras es todo lo contrario y en mi caso, quiero abrir mis ojos aunque sea por un breve tiempo. Mil disculpas por las molestias que les he traído hasta ahora, pero estaré bien y lo sé porque aquí nunca he estado bien, a lo mejor después de todo esto sigan sin comprenderme pero hay que admitir lo diferente que soy a ustedes, quizá compartamos muchas cosas en común pero yo prefiero arriesgarme que a conformarme. Deberían hacer lo mismo, dejarse llevar, seguir tus deseos y liberarse, mejor dicho, deberían vivir. ¡Sujeten fuerte su mochila y caminemos al ritmo de la música mezclando culturas!

«Yohualtotomeh
inchan omanqueh:
cenca quiahuia yohualnepantla.
In ihcuac oyahqueh in tlilmixtli,
yohualtotomeh patlantinemih,
azo quittayah tochin in metztic.
Nehhuatl huel oniquimittac
in yohualtotomeh
ihuan tochin in metztic.
»

Hoy salí a caminar y me puse a cantar porque tengo que tolerar todo lo que me hace mal..


martes, 24 de marzo de 2015

Mi cuerpo es una celda

Trato de involucrarme con los demás, de crear vínculos afectivos con las personas porque me parece fascinante ver cómo la gente tiene un círculo de amigos con los que cada fin de semana salen de fiesta a beber, bailar y reírse hasta no poder más. Admito que siempre quise ser como ellos, tener amistades en los que pueda salir y sacar ese lado loco de mí pero lo curioso es que cada que lo intento me siento cohibida, es extraño pero no soporto la compañía de los demás. Es curioso que justo cuando más siento afecto hacia otra persona, sienta algo dentro de mí que me impide continuar alimentando ese vínculo afectivo con la otra parte pues es como si una clase de celos crecieran dentro de mí que impidieran sentirme comprendida con los demás, es como si me amara tanto que mi compañía se ha vuelto tan preciada para mí misma que no pueda compartir eso con alguien más. Es raro pero me pasa, y quiero que no me pase pero de algún modo siempre termino alejando a la gente de mi lado. 

Admiro la facilidad con la que las personas hacen amigos, envidio eso y odio también la facilidad con la que se enamoran de alguien, ah, creo que estaba usando previamente la palabra "admirar" en vez de "odiar", bueno, es lo mismo, admiro tanto esas capacidades de ellos que al final los llego a odiar por ser así. Y ellos tienen amor en su corazón por otra persona, alguien por quién suspirar, por quién pensar en todo el tiempo, por quién dedicarle palabras o canciones, por quién luchar y me gustaría tener alguien así también pero la neutralidad con la que se ha llenado mis sentimientos ha hecho que no vuelva a sentir algo tan fuerte por alguien. Es como si no me sintiera viva, porque viste que cuando te enamoras te sentís capaz de todo, con una vivacidad profunda, pero ese no es mi caso; por el contrario, yo no siento nada, quizá un afecto por mis familiares y mis pocos amigos pero no más, como si estuviera en una clase de limbo donde estás vivo pero a la vez muerto. Quizá por eso me gusta tanto la literatura, la música, la pintura y otros tipos de arte, porque así puedo sentir por aunque sea por un momento que estoy viva, puedo sentir las emociones que se expresan en aquellas expresiones artísticas y es como si estuviera sintiendo esos sentimientos en mi interior que a la vez me hacen sentir cómoda por la soledad con la que puedes disfrutar aquellos momentos, pues el arte se siente mejor cuando estás solo.

«Saber que regreso allá a nada nuevo y sin nada nuevo. Que no llevo sino mi poquito más de destrucción.»

«Se mete uno por recovecos extraños cualquier noche, sin responsabilidad, y a la mañana siguiente o días después va descubriendo que lo que hizo fue comenzar a matar de una vez por todas su capacidad de emocionarse ante los hechos de las personas, y de allí en adelante, compañero, vía libre al infierno.»

«Me da miedo atroz pensar en que se está debilitando mi interés por todo. No resisto esta soledad, busco compañía y no resisto la compañía.»
Andrés Caicedo

Podría decir que admiro a Andrés Caicedo por la maravillosa literatura y pasión por el cine que nos dejó, pero usé el término "admirar" como "odiar" y aquella última palabra jamás se utilizaría al hablar de Caicedo, así que mejor no lo clasificaré entre mis personas favoritas porque él va más allá de eso, simplemente diré que me encanta la forma en que dejó su eternidad al mundo pues su afición por la muerte la he sabido comprender; él ya estaba muerto en vida como yo me siento, la diferencia es que su tendencia suicida lo llevó a decidir en quedarse en ese lado "muerto" en que se encontraba al encontrar comodidad ahí, y digo "muerto" porque de algún modo es el lado vivo pues todos encuentran comodidad en las cosas tristes y así es como te sientes vivo, así es como logras sentir realmente todos tus más profundos dolores y es una señal de que tenés vida. Andrés se rindió por ese lado tan vivo que lo hacía sentir, dejando sus letras y su pasión a nuestro alcance pues eso fue lo que brindó a la vida a cambio de su muerte. Por mi parte, prefiero quedarme en ese lado "vivo" porque de alguna forma tengo esperanza  y creo en ella.


sábado, 17 de enero de 2015

Traumas.

Los traumas son los demonios de los seres humanos. Una persona con un trauma lo puede llevar al borde del abismo, a perder el control de su vida, incluso hasta puede llevar a convertir a esa persona en un asesino porque es algo que te atormenta cada día de tu vida y se va haciendo cada vez más grande en el interior y, es ahí cuando sabemos que esa persona está muerta en vida, cargando con sus demonios más atroces en su alma.