No ha sido un buen día o un buen año. He trabajado duro constantemente y me he esforzado de una manera excepcional. Pensé que eso sería suficiente para mí pero no, al final nada dio sus frutos y lo más triste es que nunca quise algo con tantas ganas como lo era el poder lograr con éxito aquella meta. Todo ha salido mal y peor de lo que me esperaba, había puesto mis sueños y mis deseos por sobre todo pero no conseguí nada, absolutamente nada, y ahora me encuentro en un vacío mayor en el que estaba. Perdido, sí, también lo estoy pues suele pasar que cuando nada resulta como has querido, tus motivos y objetivos se van perdiendo dejándote confundido nuevamente.
lunes, 29 de junio de 2015
Thinking about you.
No sé si llegue a superar su partida algún día pero la extraño tanto. Ya son dos meses desde que dejé de escuchar tu voz, dejé de ver tus ojos y dejé de sentir tu calidez. Lo más doloroso es que he olvidado poco a poco tu figura, tu rostro, tu sonrisa y el dulce tono con el que me hablabas. ¿Por qué te fuiste tan rápido? Pensé que nos iriamos juntos, se supone que eramos el uno para el otro; sin embargo, al fin estás en paz, el caos que tenías en tu vida ya no te atormentará más, querías estar libre de problemas y lo lograste. Te admiro porque alcanzaste a cumplir tus sueños y moriste siendo una vencedora, eso me da fuerza a seguir con los míos y a no darme por vencido por más que me desvíe del camino.
Te pienso cada segundo e intento recordar lo mucho que solíamos divertirnos y extraño las escapadas que hacíamos dejando a un lado todo lo demás porque me decías que querías aprovechar de esos momentos sencillos pero que sin duda eran los más felices para ti, ¡vaya que lo eran!
Prometo seguir adelante, disfrutando cada pequeña cosa que me haga feliz pero para continuar, necesito dejarte como tú lo hiciste conmigo.
Te pienso cada segundo e intento recordar lo mucho que solíamos divertirnos y extraño las escapadas que hacíamos dejando a un lado todo lo demás porque me decías que querías aprovechar de esos momentos sencillos pero que sin duda eran los más felices para ti, ¡vaya que lo eran!
Prometo seguir adelante, disfrutando cada pequeña cosa que me haga feliz pero para continuar, necesito dejarte como tú lo hiciste conmigo.
Perhaps in a parallel universe, I am still holding your hand.
Los minutos pasaban y sentía transcurrir cada segundo lentamente como si se tratara de una carrera a contra reloj; quizá lo era, porque después de todo, el tiempo avanza y no hay vuelta atrás. Sabía que cuando esa sensación se apoderaba de su interior era por los recuerdos que en su mente comenzaban a abundar puesto que siempre aparecían las mismas imágenes que día a día se tornaban cada vez más borrosas y ese era el temor con el que cada minuto cargaba, no quería que lo poco que le quedaba de esos hermosos recuerdos desaparecieran.
Cada que episodios como estos le ocurrían, optaba por quedarse en su cama escuchando a todo volumen un poco de rap o rock, siempre le calmaban aquellos géneros musicales de algún modo; pero, no era suficiente con sólo esto sino que también necesitaba encender un cigarrillo pues se había acostumbrado a tomar bocanadas de humo moviendo sus dedos índice y anular repetidas veces, dejando en su interior sentir los calmantes que la nicotina producía y que se sentía tan bien. Esto se había vuelto un rito para él y lo pensaba cumplir hasta que encontrara algo mejor para relajarse, lo cual dudaba mucho puesto que desde hace tiempos había decidido depender de ello que hacerlo con alguna persona.
La soledad con la que contaba era el menor de sus problemas, tenía sus amigos y los veía todo el tiempo al igual que todos los días llamaba a sus padres para no perder el contacto con ellos en ningún momento, sin embargo cuando llegaba a su casa todo era solitario y le gustaba así, se había acostumbrado pues sentía un aire fresco cada que no tenía a nadie a su alrededor; por supuesto, tenía sus momentos en donde le costaba despertarse y ver que no tenía a nadie a su lado pero tenía que seguir adelante aunque el perfume de ella que todavía sentía en las sábanas lo embriagara en las noches y lo persiguiera en sus sueños. La sombra de su esbelta silueta lo perseguía a él a cada paso que realizara en su hogar y tal vez por esto le gustaba quedarse ahí puesto que se sentía acompañado en su soledad.
— “La joven había penetrado e impregnado todo su ser, de suerte que el recuerdo de ella permanecería siempre vivo en su memoria, eternamente fresco. Ella lo había sido todo para él, porque lo había transformado en poeta. Pero con esto la joven había firmado también la sentencia de la pena de muerte para el pobre muchacho.”— leía y releía ese fragmento de un libro que había comprado hace mucho tiempo cuando se había dedicado a la filosofía y a ese existencialismo que lo habían llevado al borde de la desesperación y la angustia en sus tiempos de estudiante cuando se cuestionaba la condición de la existencia humana, una de sus tantas aficiones en los que se refugiaba cuando apenas estaba encontrando su identidad. De algún modo, ese fragmento retumbaba siempre en su cabeza como si sintiera cada palabra escrita en el papel, como si él lo hubiera escrito y ahora formaba parte de él.
No quería pensar más, quería dejar fluir todo hundiéndose en la música y en el aire contaminado por su cigarrillo que le gustaba aspirar. Cerró sus ojos para dejarse caer en ese abismo de oscuridad que lo conducía a una muerte momentánea para más tarde poder revivir o quizá seguir muerto, quién sabe, todo dependía de si ella volvería.
Cada que episodios como estos le ocurrían, optaba por quedarse en su cama escuchando a todo volumen un poco de rap o rock, siempre le calmaban aquellos géneros musicales de algún modo; pero, no era suficiente con sólo esto sino que también necesitaba encender un cigarrillo pues se había acostumbrado a tomar bocanadas de humo moviendo sus dedos índice y anular repetidas veces, dejando en su interior sentir los calmantes que la nicotina producía y que se sentía tan bien. Esto se había vuelto un rito para él y lo pensaba cumplir hasta que encontrara algo mejor para relajarse, lo cual dudaba mucho puesto que desde hace tiempos había decidido depender de ello que hacerlo con alguna persona.
La soledad con la que contaba era el menor de sus problemas, tenía sus amigos y los veía todo el tiempo al igual que todos los días llamaba a sus padres para no perder el contacto con ellos en ningún momento, sin embargo cuando llegaba a su casa todo era solitario y le gustaba así, se había acostumbrado pues sentía un aire fresco cada que no tenía a nadie a su alrededor; por supuesto, tenía sus momentos en donde le costaba despertarse y ver que no tenía a nadie a su lado pero tenía que seguir adelante aunque el perfume de ella que todavía sentía en las sábanas lo embriagara en las noches y lo persiguiera en sus sueños. La sombra de su esbelta silueta lo perseguía a él a cada paso que realizara en su hogar y tal vez por esto le gustaba quedarse ahí puesto que se sentía acompañado en su soledad.
— “La joven había penetrado e impregnado todo su ser, de suerte que el recuerdo de ella permanecería siempre vivo en su memoria, eternamente fresco. Ella lo había sido todo para él, porque lo había transformado en poeta. Pero con esto la joven había firmado también la sentencia de la pena de muerte para el pobre muchacho.”— leía y releía ese fragmento de un libro que había comprado hace mucho tiempo cuando se había dedicado a la filosofía y a ese existencialismo que lo habían llevado al borde de la desesperación y la angustia en sus tiempos de estudiante cuando se cuestionaba la condición de la existencia humana, una de sus tantas aficiones en los que se refugiaba cuando apenas estaba encontrando su identidad. De algún modo, ese fragmento retumbaba siempre en su cabeza como si sintiera cada palabra escrita en el papel, como si él lo hubiera escrito y ahora formaba parte de él.
No quería pensar más, quería dejar fluir todo hundiéndose en la música y en el aire contaminado por su cigarrillo que le gustaba aspirar. Cerró sus ojos para dejarse caer en ese abismo de oscuridad que lo conducía a una muerte momentánea para más tarde poder revivir o quizá seguir muerto, quién sabe, todo dependía de si ella volvería.
domingo, 7 de junio de 2015
...
Anyways, ya me había acostumbrado a no alcanzar lo que quiero. Sin embargo, hay peores cosas de las que preocuparse.
miércoles, 3 de junio de 2015
Mi último refugio.
Una vez más vuelvo a escribir sobre ti, no porque te hubiera olvidado sino porque pasa el tiempo o bueno, los recuerdos van pasando lentamente y curiosamente cuando más dolor siento en mi interior es cuando te recuerdo. El sonido de tu voz se ha difuminado y lentamente ha dejado de formar parte de mi pentagrama, los hábitos tuyos que tanto me gustaban y que también detestaba se fueron desvaneciendo de mi memoria y ya tu imagen no está tan viva, tan clara ni tan perfecta, sin embargo mi universo sigues desordenándolo tú.
Cosas del destino es que justamente cuando comienzo a guardar de nuevo tu recuerdo, las canciones que tanto amabas y que solíamos escuchar porque tanto a ti como a mí nos parecían hermosas se escuchan en toda parte y no solamente en mi cabeza.
Quería lograr tantas cosas en mi vida, me había esforzado tanto por poder conseguir finalmente todo lo que deseaba pero no pude. Nada, absolutamente nada. Y ese sentimiento de decepción y de vacío que se apodera de mi ser me consume lentamente; finalmente volví a estar perdida y tú ya no estás a mi lado. Te necesito, no sabes cuánto.
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