sábado, 30 de mayo de 2015

F*ck Society.

Toda tu vida te esfuerzas, te pasas estudiando lo más que puedes para tener calificaciones excelentes y así ir asegurando un buen futuro para ti. A veces te pierdes hasta de momentos que pudieron ser inolvidables por estar pegada a un libro o a un cuaderno y esperas que todos esos sacrificios te lleven a un buen resultado para que todo lo que te esforzaste valga la pena.

Y haces todas aquellas cosas porque tus padres y los adultos te presionan hasta llenarte la cabeza de que necesitas ser alguien exitoso en la vida puesto que quieren -según dicen ellos- dizque lo mejor para uno. Ese tradicionalismo al que nos atamos porque el mundo cada vez se pone más competitivo y no puedes ser alguien inferior.

Así que, justo cuando llega ese último año del colegio en donde vas a experimentar un gran cambio, el más decisivo de tu vida puesto que tu futuro se jugará en esa etapa. Tal vez nunca pensaste en qué quieres ser al salir del colegio, dejar tus amigos de siempre y sin embargo ya te toca decidir lo que quieres, aunque ni siquiera es decidir la palabra correcta ya que si quieres estudiar música, arte, literatura o una de esas carreras que los padres se oponen rotundamente porque a lo último se sabrá que no terminarán siendo exitosos; entonces, te toca escoger bien algo que medio te guste y que puedas conseguir lo necesario para vivir de eso. Y sí, esa etapa es de las más estresantes que hay y abruma el pensar que siempre quisiste ser mayor pero cuando llega ese momento deseas que no hubiera llegado tan temprano.

Cuando al final te decides, sólo toca esperar por poder lograr ingresar a la universidad y estudiar aquello, y es ahí cuando esperas que todo tu estudio haya dado frutos. Sin embargo, piensas que lo vas a lograr, que todo va a salir bien pero a veces no es así y no puedes, simplemente todo tu trabajo duro se va a la mierda porque no has sido suficiente para poder ingresar a estudiar la carrera que quieres. Toda tu vida se ve desperdiciada y quedas perdido, más de lo que estabas; ya no sabes qué pasará contigo. No pudiste lograrlo, no pudiste alcanzar tus sueños y ahora estás a la deriva esperando, como siempre, esperando a que tu vida tenga un poco de orden a como era antes.

Y es de esas cosas que cuando finalmente tienes algo por qué luchar verdaderamente porque piensas haber encontrado lo que quieres hacer de tu vida, y has dado todo de ti, es tan decepcionante no solamente el hecho de que te hayas defraudado sino también a tus padres que habían confiado en ti todo el tiempo. 

No sé por qué la carga de ser alguien en tu vida es tan abrumadora para uno, digo, la vida no se resume en matarte estudiando. Hay muchas otras cosas que valen la pena pero que no se toman en cuenta, la vida es mucho más simple y de esas simplicidades son las que hay que aprovecharlas. Si quiero viajar, tocar música en el recorrido, y realizar aquellas cosas que me hacen feliz debería hacerlo sin la preocupación de no poder ser alguien en la vida.