En fin, no creí que lloraría en frente de alguien y mucho menos en frente de mis amigos más cercanos, pero otra vez ese 'creí' acabó con esa suposición que siempre había tenido. Y es de ese tipo de llanto en el que te sale de una manera tan intensas las lágrimas que no puedes detenerlas al punto de que terminas con una sonrisa en tu rostro para que los demás no sientan lástima por ti. Lo sé, me guardé todo este tiempo esos sentimientos que siempre me estuvieron afectando y que tanto intenté rechazar pero como suele pasar, todo lo que entra tiene que salir, así que al fin pude sacar de mi interior eso que tanto me estuvo atormentado sin darme cuenta.
Pero respecto al por qué lloré, debo decir que cuando te cambian tu futuro o mejor dicho, tu vida, las lágrimas es lo que menos importan después de tantos sentimientos mezclados. Ahora volví a donde estaba... perdida. Cuando sentí que por fin me había encontrado, resultó que solo hizo que me perdiera aún más y por primera vez en mucho tiempo no sé qué hacer.
"Cuando alguien busca, fácilmente puede ocurrir que su ojo sólo se fije en lo que busca; pero como no lo halla, tampoco deja entrar en su ser otra cosa, ya que únicamente piensa en lo que busca, tiene un fin y está obsesionado con esa meta. Buscar significa tener un objetivo. Encontrar, sin embargo, significa estar libre, abierto, no necesitar ningún fin. Tú, venerable, quizás eres realmente uno que busca, pues persiguiendo tu objetivo, no ves muchas cosas que están a la vista." - Herman Hesse.