Pensé que podría verte en mis sueños y por eso las ansias porque llegara la noche crecían cada vez más dentro de mí, pero no fue así, de repente el insomnio me alejaba de ver tu figura y en mi mente solo podía recordar todo lo que habíamos pasado juntos inundando mi mente en un mar de sucesos melancólicos.
Ya había pasado varias noches con este doloroso insomnio y lo único que podía hacer era pensar en ti, en nosotros.
Decidí hablarle a la luna de ti para pasar este insomnio y tal vez así conectarme contigo, sin embargo mientras mi mente se liberaba de tus recuerdos por medio de las palabras, un destello apareció en el cielo, luego apareció otro y de repente el oscuro cielo se iluminaba de fuegos artificiales y ahí entendí que aquellos recuerdos se habían convertido en señales de luz para llamarte y supe que el cielo te invocaba para que sintieras mi dolor, mi soledad, mi amor por ti y me sentí aliviada, como si fuera libre. Después el cielo se despejó y caí en cuenta que el mensaje había llegado.
Supe que las noches habían cumplido su objetivo conmigo y tomó la oscuridad un nuevo significado para mi, pues no deberías convertirte en un sueño de pocas horas sabiendo que podría comunicarme contigo desde mi soledad.
La espera me agotó
no sé nada de vos
dejaste tanto en mí.
En llamas me acosté
y en un lento degradé
supe que te perdí.
